Que tienes que protegerte del sol, es algo que sabes perfectamente. Pero que hay que hacerlo todo el año es una asignatura pendiente general. Existen algunas dudas entorno a este producto, así que hoy intento aclararte algunas. Protección solar; manual de uso.
La protección solar no es un producto estacional
He de reconocer que hasta hace no mucho, yo también era de las que usaba protección en momentos puntuales, pero ya no falta en mi ritual diario. La radiación solar, está ahí los 365 días del año así que se olvídate de eso de que la protección solar sólo hay que aplicarla en el verano. Estamos expuestos a diario y sin el uso de protección aceleramos el fotoenvejecimiento (la aparición de manchas) y el riesgo de melanoma.

Existen diferentes tipos de protección solar, pero los principales son dos; Protectores que contienen filtros físicos o inorgánicos y protectores que contienen filtros químicos u orgánicos.
Los físicos o inorgánicos (también se pueden denominar minerales), son filtros que no penetran y nos protegen a través de la reflexión de la luz, vamos, que la luz rebota contra ellos. Se sabe cuales son porque contienen, entre otros, dióxido de titanio y óxido de zinq en sus ingredientes (INCI). Protegen contra la radiación UVA (la que crea daños más profundos como manchas e incluso carcinomas) y UVB (la que te quema la piel a nivel más superficial). Como inconveniente os digo que hacen efecto pantalla, son más espesos y quedan más blanquecinos y pueden hacer rebote incluso con el uso de flash, por eso si te van a sacar fotos, no es recomendable.
Los químicos u orgánicos protegen la piel absorbiendo la radiación ultravioleta (te dejo un enlace al blog de A5farmacia dónde te pone los ingredientes a buscar en los INCIs). Tienen una cosmeticidad muy alta y se utilizan para mejorar las fórmulas de los protectores solares. Además haciendo uso de estos, te evitas problemas con el flash. Como inconveniente, pueden irritar la piel al ser absorbidos por esta.
Lo ideal es la combinación de ambos, pero todo dependerá también de tu piel, de las condiciones o del uso que le vayamos a dar. Por ejemplo, si es para uso de diario en ciudad en invierno podemos usar un filtro químico u orgánico pero en el caso de ir a la playa, sin duda, la elección ha de ser uno físico o inorgánico.
Cuando vayas a comprar un protector solar busca productos que además de protegerte contra la radiación UVA y UVB, también lo hagan contra la radiación de los rayos infrarrojos y la luz visible o azul.

Y, ¿ qué quiere decir en número del SPF?
Al contrario de lo que se piensa, el SPFXX no se refiere a lo que te protege el solar, sino al tiempo que te protege contra la radiación UVB. Vamos, que si usas una protección SPF50 te va a proteger lo mismo que una SPF20, pero la segunda la vas a tener que renovar antes. Para que te hagas una idea, un SPF50 te protegerá durante unas dos horas aproximadamente (siempre y cuando no haya factores que puedan alterar esta protección como el agua o el sudor), y la de SPF20 no llegará a la hora.
Tienes que tener en cuenta que hay que usar 2 miligramos de crema por centímetro cuadrado. Y no es habitual aplicarse la cantidad correcta, por eso lo recomendable es no usar cremas con menos de SPF30 y por supuesto renovar la aplicación. Además, en el caso de los filtros químicos u orgánicos tendríamos que aplicarlos una media hora antes, para que les de tiempo a absorberse.
Hoy en día podemos encontrar productos water resistant, que son los que nos protegen durante 40 minutos de inmersión en agua en dos periodos de 20 minutos, waterproof que son los que protegen 40 minutos seguidos en el agua, sweatproof productos resistentes al sudor e incluso productos que resisten al roce. Para la zona de la cara también hay productos con tecnología Safe-eye.
No tengas miedo a usar protecciones altas, te vas a poner morenx igualmente y de manera más saludable. Piensa que el ponerse morenx es síntoma de daño celular, así que… Además no afectan en la síntesis de vitamina D. Y no te olvides de los labios, el cuero cabelludo y el cabello.
Y como ya sabes, evita las horas centrales del día y usa complementos como gafas de sol o sombreros para protegerte. Además es importante mantenerse hidratado, con agua, zumos o frutas además de refrescarte estarás ayudando a tu piel desde dentro!
Creo que ya te he dado unos cuantos argumentos para hacerlo, pero por si acaso te lo pregunto. ¿Vas a incluir desde hoy en tu ritual la protección solar?
¡Feliz fin de semana!